Las investigaciones que hemos desarrollado nos han permitido realizar el tratamiento de muchas enfermedades crónicas, de manera diferente, sin fármacos, apoyándonos en la inigualable capacidad curativa del organismo (la homeostasia) y con resultados que han superado nuestras previsiones más optimistas.

Ahora, tras haber dedicado más de 25 años al desarrollo del tratamiento médico NaT, enfrentándonos a patologías crónicas que limitaban la vida y la felicidad de los pacientes y sus familias, me siento enormemente satisfecho de haber contribuido a encontrar una forma efectiva de mejorar muchos problemas de salud, para los que se creía que no la había.

Durante todos estos años hemos puesto todo nuestro esfuerzo, conocimientos, habilidades y recursos a disposición de este proyecto. Confío que algún día se pueda hacer llegar estos tratamientos de medicina física a más pacientes, pues no hay nada más maravilloso que ver como la ilusión inunda la cara de un niño con parálisis cerebral infantil que comprueba como empieza a gobernar sus movimientos, la de los padres de un niño autista que empieza a hablar y comunicarse o la de un lesionado cerebral o medular que recobra el control de partes de su cuerpo.

Agradezco a mi equipo de colaboradores (ingenieros, fisioterapeutas, psicólogos y enfermeros…) su compromiso y apoyo a lo largo de este viaje. “Sin su pasión y entrega este proyecto no habría podido llegar tan lejos.”